La campaña “Abrazos Gratis” tiene una historia conmovedora detrás de su primera aparición en Australia.
Juan Mann vivía en Londres cuando su vida dio un giro repentino, lo cual lo obligo a regresar a su país de origen.
“En el momento en que aterricé a Sídney lo único que tenia conmigo era una pequeña maleta llena de ropa y un mundo de problemas. Nadie que me recibiera y sin un hogar al cual llamar ni nadie para confirmar mi llegada. Yo era un turista en mi propio país” dice Juan Mann
“Estando ahí en la terminal de llegada, observaba como los demás pasajeros saludaban con gusto a sus familiares o amigos, con los brazos abiertos y caras sonrientes, abrazándose y riendo juntos. Yo quería alguien que estuviera esperándome. Que estuviera feliz de verme. Que me sonriera. Que me abrazara.”
“Entonces busque una cartulina y un marcador e hice un letrero. Busque un pedestal con la intersección con más tráfico de personas en la ciudad y levante mi letrero en lo alto con la leyenda ABRAZOS GRATIS en ambos lados de la cartulina.”
Juan nos comento que durante los primeros 15 minutos las personas solamente lo observaban y llamaba la atención pero nadie se acercaba, no se estaba obteniendo ninguna respuesta.
La primera persona que llego con él fue una señora que le dijo. “Esta mañana mi perro murió y justo hoy cumple un año de que mi hija falleció en un accidente automovilístico” Ella le dijo a Juan que se sentía la persona más sola en todo el mundo y que lo único que necesitaba era un abrazo.
“Me incline y me apoye en una sola rodilla en el piso y ella y yo nos abrazamos. Cuando nos separamos, ella estaba sonriendo.”
Desde entonces la campaña de Abrazos Gratis se ha expandido por todo el mundo.
Mantén Tu Mente Activa.
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